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Cultura: El retorno de Capusotto

Rockero, crítico social, poeta afilado No defraudó al retornar con personajes conocidos como el nazi pop Micky Vainilla o como Bombita Rodríguez, pero tampoco defraudó, ni mucho menos, con los nuevos, como Violencia Rivas –una precursora del punk ya en los tiempos del Club del Clan– o Latino Solanas, exponente de la latinoamericanidad a la medida de la industria cultural estadounidense. Y ya es mucho que no haya defraudado, porque muy pocas veces un programa fue aguardado con tanta expectativa como este retorno de Peter Capusotto y sus videos. No, al menos, un programa del canal estatal, o de un artista tan poco convencional como Diego Capusotto, a lo que se agrega la enorme repercusión de su programa de radio, Lucy in the sky with Capusottos, con su una y mil veces citado noticiero facho «¡Hasta cuándo!», y la cada vez más constante difusión de fragmentos radiales y televisivos, en infinitos sitios de Internet.
CRITICA Y HOMENAJE. Como un poeta, Capusotto muestra la cara más inefable de las cosas.
Para Eduardo Fabregat, periodista especializado en espectáculos, una de las claves radica en que Capusotto y su guionista, Pedro Saborido, «cumplen al pie de la letra» lo que anuncia el subtítulo, «Un programa de rock». Es que «el tiempo, la hiperprofesionalización de la industria, a veces hacen olvidar el espíritu lúdico y hasta autoparódico del rock, que Peter rescata de modo ciertamente hilarante. Por otra parte, la mirada del programa no es descalificadora sino de amor: Peter se ríe del rock, sí, pero no lo hace denigrándolo, lo hace desde un lugar de respeto... y de conocimiento: si Capusotto consigue este fenómeno de identificación es porque conoce a la perfección los códigos del género. No es un outsider tomándole el pelo al rock y a sus representantes, no es la parodia boba de un Tinelli».Ese código común es tan notorio, tan bien compartido, hace notar Fabregat, «que Capusotto puede aparecer disfrazado de emo, de hippie, de rockero, pero también de policía o de funcionario, y el vínculo con el público no hace más que profundizarse». Claro que «si Capusotto tiene esta presencia, esta penetración en el público joven (y no tanto) y esta viralidad que excede la pantalla del 7 para multiplicarlo en la Web, es por una razón fundamental: estamos ante un actor (y su co-libretista) enormemente talentoso, gracioso de verdad, un capocómico de los que hacen historia».Pero además Capusotto está interesando cada vez más por ciertas capacidades reveladoras que demuestra su comicidad. «El humor suele tener una fuerza disruptiva, pero no siempre del mismo modo», advierte la socióloga María Pía López: «Hay humor en la degradación y en la destitución. No es el caso de Capusotto, que despliega su humor amorosamente, como pliegue interno de los fervores y como autoconciencia de las pasiones. Por eso el rock y la política son sus objetos más potentes, porque en ellos se reconoce partícipe lúdico y crítico encantado. Y por lo mismo, sus mejores creaciones pueden pensarse como actos de la crítica y como mesurados homenajes». Así, por ejemplo, Bombita Rodríguez «es, a la vez, el recordatorio de la fusión entre vida y política y la crítica hacia el modo en que los lenguajes setentistas se actualizan en el presente».

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